Doy en la nada, vacío
de quereres y de tiempo;
en el camino en el que voy
nada importa, sólo viento.
Por la noche canto soles,
alegrías tristes, rancias
pasas lanzadas a la mierda,
sin dóndes ni cuándos, sin peros.
Quiebro como hojarasca
mis mares de aguas mansas,
carantoña mal encarada
encadenándome estos pies.
Asoma una lágrima,
escurre la esperanza;
sorda sonrisa la del mundo:
derretido, perdido, grito.
Este perfil es tierra sin árboles y llana, a veces pantanosa, situada generalmente entre montañas, del Mann in der Ebene.
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