Llevo el tráfago abrazado a la columna, la incomprensión de la belleza me besa el corazón; me encuentro frente a la vida, esa mujer perdida que siempre se está yendo.
En este camino viejo suena la historia a balazo, la rareza del mundo me está besando el corazón; me encuentro en la maldad de la noche, en la amargura de la fiesta.
Me encuentro bajo una luna sin saetas, fuera de órbita... Me abraza esta mujer perdida que siempre se está yendo.
Este perfil es tierra sin árboles y llana, a veces pantanosa, situada generalmente entre montañas, del Mann in der Ebene.
Ver todas las entradas de Das Nava